domingo, 1 de abril de 2012

De los piquetes

Los piquetes están siendo criminalizados por los medios, y por ende, por la ciudadanía. Pero el discurso que realizan es el mismo de siempre, alegando el derecho a trabajar, criminalizando la violencia y tildando de antipatriotas, antidemócratas y anti todo, absolutamente a los piquetes “informativos”. De este modo se crea una imagen sucia, ruin, violenta, anticuada y tercermundista de los piquetes. Y por supuesto, la ciudadanía cree a pies juntillas lo que el aparato mediático del poder les cuenta. Pero… ¡Cuanta sabiduría popular hay en el refranero popular! Y es este el que nos dice que la omisión, es traición.

Los medios sólo nos hablan de los piquetes, supuestamente informativos, que acaban convertidos en piquetes violentos. Véase el caso del Starbucks de Barcelona, los incidentes de Mercadona, etc. Personalmente, condeno estos actos como el que más, porque aunque entiendo la indignación de muchos trabajadores frente a un sistema que los ningunea y los oprime, también entiendo que esa no es la vía para conseguir mejorías. Por tanto, como iba diciendo,  los piquetes que nos muestra el brazo mediático del sistema son altamente condenables. Pero no son los únicos que se llevan dando en la breve historia de las huelgas generales españolas. Los piquetes informativos, y meramente informativos, existen, y son una realidad. Eso lo sabe todo el mundo, por lo que no creo que haya que darle mayor explicación. Pero el piquete más agresivo de todos, el que no aparece en los medios, y el que no está condenado por la ley y el que realmente termina determinando las cifras de una jornada de huelga general es el piquete empresarial.

El piquete empresarial es violento, mezquino, coartador y aprovechado. El piquete empresarial es aquello que gran parte de la ciudadanía considera normal. Aquel momento en el que tu jefe, dos días antes de la huelga te pregunta si vas a hacer huelga y tú, por el mido al despido le dices que no. Aquel momento en que el jefe reúne a la plantilla y dice “el que haga huelga que se atenga a las consecuencias”. Aquel momento en que de tu nómina no te quitan, como dice la ley, la parte del sueldo correspondiente a tu jornada de trabajo, sino que por ser un día “de poca producción” te quitan el doble de sueldo. Eso es un piquete empresarial. Eso es violencia estructural y no la que dicen algunos.

Y es que, la ciudadanía, por muy triste que sea, sigue peleándose entre sí, mientras los empresarios (sin generalizar por supuesto, que el término empresario da para más de una entrada de blog) se frotan las manos porque una vez más se han salido con la suya. Han conseguido que por miedo, amenaza de despido y demás, muchos de sus trabajadores no hagan huelga, cuando realmente están a favor de lo que el paro en la productividad busca conseguir.

La conclusión a la que quiero llegar es clara. Los piquetes informativos que tornan en violentos no son legítimos, por más que el obrero esté cabreado con el poder, el sistema y el piquete empresarial. Los piquetes informativos existen y se llevan a cabo. Los piquetes empresariales son los más violentos, los más duros y los que más deberían preocuparnos, pero no salen en los medios, parte de la sociedad parece no creerse que existan y otra parte de la sociedad los ve como algo normal, sin darle la importancia que realmente tienen. Los piquetes, siempre informativos, son necesarios. En democracia no debe tolerarse ningún tipo de amenaza o coacción, venga de donde venga, pero sobre todo, si es por parte de la clase dominante para someterte aún más a su yugo. 

Y de regalo

2 comentarios:

  1. Mu bien Migue, cada vez me gustas más!

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  2. La suscribo plenamente. Creo que el problema es que se están mirando los piquetes de forma absolutamente descontextualizada y sin tener en cuenta todos los elementos, y para poder analizar bien los piquetes el piquete empresarial es el ingrediente principal. Genial :)

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