martes, 8 de noviembre de 2011

De lo políticamene incorrecto


Hace unos días, saltaba la noticia de que un político muy conocido había calificado de tontos a los votantes del PP, y de estúpidos a los del PSOE, por resumirlo grosso modo. Eso es políticamente incorrecto.
Incorrecto por las formas, pero en mí humilde opinión, no me parece una idea tan descabellada. Entrando en la política nacional, ambos partidos van a seguir haciendo lo mismo, las mismas tretas, y es que ya se sabe: el que hace la ley, hace la trampa. Esto es el cuento de nunca acabar, que ahora se intensifica, como si viviéramos en un reality, por ser época de campaña electoral. No voy a entrar a calificar lo que hacen bien o mal, los recortes o los derechos sociales que dicen que nos otorgan, porque lo que hoy me preocupa es lo políticamente incorrecto.

Es políticamente incorrecto decir que un amplio sector de la sociedad es IGNORANTE. Y no me refiero a analfabetos, ni a personas con bajos recursos, ni de clase baja. Nada de eso. Sin hacer distinción de clases, nivel cultural, poder económico, hay un alto (por no decir altísimo) porcentaje de la sociedad que es IGNORANTE, pero eso no puedo alzar la voz con esta idea por bandera, porque es políticamente incorrecto.
Y es que no sé si me sorprende o no que la gente siga creyendo en la democracia en la que vivimos. Que la gente siga creyendo a pies juntillas lo que les dicen los partidos políticos… y ahora me salgo del tópico y no me refiero sólo a los mayoritarios, que suelen ser dos por democracia occidental. Me refiero también a esos que se han subido al carro de acabar con el bipartidismo, porque aunque tienen toda la razón del mundo (el bipartidismo es horrible y mata la democracia) son unos oportunistas, unos charlatanes y unos demagogos. Unos con mejor fondo que otros, con mejores bases ideológicas, aunque eso depende de cada cual. Pero claro está, todos intentan eliminar a los partidos mayoritarios para ocupar su lugar, y esclavizarnos como ellos. No hay más que ver que a la mínima de cambio pactan con ellos y les regalan el oído cuando les interesa. ¿Y esto a que venía? Ah sí, a lo políticamente incorrecto. Pues bien, resulta que hay un sector de la sociedad que se ha sumado a la moda del “antibipartidismo” sin darse cuenta que sigue siendo la misma basura envuelta en otra caja. Pero ahora se sienten muy reivindicativos y muy activistas, muy políticos por decirlo de alguna manera porque pretenden luchar contra los partidos mayoritarios (PPSOE en el caso de España).

Y yo, por políticamente incorrecto que sea, digo que esos siguen siendo ignorantes, que hay que mirar más allá, y mirar más allá supone traspasar la política y darse cuenta que hoy la clase política NO MANDA. Un partido NO GOBIERNA. Los Ignorantes siguen discutiendo sobre a qué partido votar, cuando todos harán lo mismo, lo que le digan esos entes extraños que están detrás  y que manejan la situación. Pero a la gente le basta con promesas de libertad y mejora de tres al cuarto. Promesas que bien expresadas embaucan al más avispado. Promesas, entre otras, del fin del bipartidismo. Que no queridos ignorantes, que no. Esa no es la solución. Y yo no sé cuál es, pero se cuales no son. Muchas soluciones y muy buenas se proponen todos los días, pero a la estructura de poder no le interesa que los ignorantes despierten, y en su mayoría pasen de ignorantes a indignados, porque eso supondría el fin de su maravillosa hegemonía.

Lo mismo el ignorante soy yo, por pensar que un mundo mejor es posible en lugar de subirme al carro e intentar ser feliz en esta “realidad virtual” en la que vivimos. Seguramente el ignorante sea yo por pedirle a la sociedad (occidental) que mire más allá, con lo cómodo que se está viendo el debate en el sofá. Tengo por seguro que el ignorante soy yo por pretender que la gente entienda el mundo tal y como es: un mundo de ignorantes, que viven felices en occidente y mueren de hambre en el resto del mundo, mientras unos pocos son más y más ricos cada día, mientras juegan con nosotros, como cuando echas una partida al Monopoly. Pero no os preocupéis, siempre nos queda el consuelo de que ellos no nos dejan que abandonemos nuestra ignorancia, por lo tanto está justificada en cierto modo.  

Y de regalo:

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